En la foto se observa que a la Virgen le han quitado el manto negro en señal de duelo, al encontrarse con su Hijo resucitado.
En una mañana primaveral fresca del mes
marzo, debido a la lluvia caída de madrugada, La Parroquia de Lerín celebró el
último acto de la Semana Santa, la resurrección de Jesucristo, con un acto del
encuentro de Jesús resucitado y su madre María, celebrado en la calle Mayor de Lerín
en la mañana del domingo 27 de marzo, terminando así los actos de la Semana
Santa lerinesa.
Son dos pasos que representan a Jesucristo
y a su madre en el momento de su encuentro después de la resurrección. A lo
largo de los años los cofrades de estos pasos llevan a hombros por la calle
mayor en una singular ceremonia de encuentro entre la Virgen y Jesús resucitado.
La Virgen viene desde la Capilla de las Monjas por la calle Mayor en busca de
su hijo, llevado por el Párroco en la custodia que saliendo de la iglesia bajo
palio espera en la calle mayor a la altura de la calle Tahona. La Virgen vestida con manto blanco en el interior y negro en
el exterior.
En la foto el Párroco con la custodia bajo palio, que representa a Jesucristo.
Según se van aproximando, se saludan bajando varias veces las
andas al suelo; una vez producido en encuentro le quitan el manto negro a la
Virgen (señal de luto). Reunidos el hijo y la
madre comienza la procesión por la calles Tahona, Marcolain y Marcos, para
terminar en la Iglesia donde se celebra la misa.
Así
pues, se cierra esta semana plena de ceremonias religiosas con la participación
de muchos vecinos del pueblo en su mayoría personas con edades que superan los
50 años.
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